Al vuelo de los pájaros que
encienden los colores de la Naturaleza;
de todo lo muerto, lo estéril, lo futuro, lo inverso.
Hacia delante el oscuro pasaje de las sombras,
Las medidas, la exactitud matemática.
(Si tu deseo es capaz de derribarme, mi deseo
puede destruir el amor.)
FRAGMENTOS

El verano adorna los pensamientos ociosos,
Es el tedio sombrío en la mirada simple...
No hay futuro que advierta la inocencia:

Luego de aplacar los sentimientos humanos;
No ser aquél hombre gordo, obsceno, triste.

Me he vuelto sobre los asesinos.
¿Llegará lejos el viento?
(Más lejos el vuelo)
¿Llegará lejos la nube?
(Más lejos el viento...)
¿Qué llegará más lejos,
La noche,
el sol
o el poema?
EL MURO

Yo sé de lo posible y lo imposible
Y que con poco se contentan...

Más dura la idea que el muro
Más duro el muro que la idea.

¿Así han dejado mis pies acorralados?

Ahorrarle al estilo que
A muerto quien espera.

(Yo sé de lo posible y lo imposible)
ROSA NEGRA

Es la rosa negra de mi pecho;
Música en insignes violetas
_semioscuras tras los cánticos
celestes...

¿Por qué lo cierto es olvidar,
dicha transida de tu breve paso?

¿Mi corazón esbelto y puro,
el dolor más profundo y el amor?
Cuando jirones debajo
un cielo ámbar durante la noche.
Como un verde racimo despierta encandecido.
Y con rayos primaverales en versos de tu boca.
El silencio se agranda y se silencia.
SOMBRAS

Fondo de tristeza para mi sombra;
La usada transparencia moribunda,
El lánguido rumor ya ni me nombra,
Espléndida mortaja la hace oriunda.

Y de perfil en cuello trotamundos;
Salta los barrotes y las fuentes...
Si yo también brotara furibundo:
Si fuera sombra nada más, deleite.

Ni un aroma aquí ni un silencio;
Tanto aplomo servil en este abismo.
Que ni el alma soporta el adefesio
De ser uno con uno, fatal sismo.

¿Para qué el tormento y la llaga?
Dónde de tanto dolor su opuesto...
Que mi corazón es maldita daga;
Por lo que amo y lo que detesto.
MIRADA

Podría ocultarse el sol en tu vigilia…
Hasta arrojarse al mar en tus manos.
Es una metáfora lo profundo.
Cae la lluvia
la lluvia cae...
Caeré anclado,
si me nombras.
GIRAS

Giras el mundo
por su tamaño...
Un árbol de oro:
Cielo de estaño.
Grises y Rosas;
las vestiduras.
Los eucaliptos,
se deshilachan.
Como fantasmas
sin espamentos...
Gravitas el don;
Címbalo y cielo:
¡Nocturna pía,
desde mis sueños!
Nardos y paja
palabra y monedas:
lo mismo da,
una buena cabalgadura.
POEMA FINAL

En la memoria se funden los recuerdos,
una avidez de sombra en mis silencios.

¿Qué amordaza el presente en su verdad,
de ansias álgidas mostrando un vestigio?

Soledad sin límite que la muerte ampara,
un final de noble empeño en lo acabado,
de un poema que nos celebra sin retorno.